lunes, 31 de agosto de 2009

tu y yo

Estamos en un cuarto medio vacío,
todo parece de color marrón,
todo tan otoñal,
menos nosotros
tan verdes.

Yo estoy sentado en el piso
con el mismo ánimo cansado de siempre,
a mi alrededor hay periódicos desparramados,
nadie los ha leído ni los leerán.

Tu estás de pie,
mirando el techo
como si se nos fuese a caer encima
o como si fuesen a salir millones de insectos del algún agujero;
aún tienes algunos cálculos en tu cabeza,
pero se están yendo poco a poco.

--
Tu mirada en un momento parece púrpura,
estas ahí sentado en el piso en medio de periódicos inservibles,
los dedos de tus manos chocan continuamente con el suelo,
y seguro te estás desesperando de este instante,
del incontrolable silencio.

Yo estoy de pie,
pero me estoy cansando,
me canso del momento,
de los estudios, de la televisión,
de la vida, del alcohol, de los amigos,
de todo menos de algunas canciones.

Estamos en un cuarto que parece estar recargado de colores,
menos en nosotros
que estamos en blanco.
--
Entonces suspiro y digo: "estoy obeso",
pero no es cierto,
sólo estoy desesperado;
tu sonríes porque soy más delgado que tú,
y me miras y dices: "vamos a tomar".
--
Entonces suspiras y dices: "estoy obeso",
y yo me rio porque en algún momento estuviste cerca de serlo,
y me doy cuenta de que no hay otra cosa más,
y digo: "vamos a tomar".

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