domingo, 28 de septiembre de 2008
martes, 23 de septiembre de 2008
¿Quieres volar? / Aceptar
En un país, una niña comienza aceptando sus sentimientos.
Salgo apurada de la casa, pero antes amarré con una tela el cometa al paraguas. La cometa colgaba del paraguas. De repente frente mío se encontraba Adrián.
- Hola- el timbre de voz deja ver lo asustada o nerviosa que me deja su presencia-Adrián.
- Matilde, está tu hermano.
- No, ha salido a comprar… no sé que ha salido a comprar, pero no creo que demore mucho.
- Entonces lo esperaré.
- Como gustes.
- Ojalá puedas hacer volar muy alto tu cometa.
- Ah, te diste cuenta- maldición.
- Lindo cometa, tiene personalidad y fuerza- sonrió, su brazo se posó en mi hombre y se inclinó para darme un beso en el cachete- Bye - al parecer Adrián se dio cuenta que no quería que me vea mi hermano.
- Chau - Mi corazón palpita muy fuerte.
sábado, 20 de septiembre de 2008
¿Quieres volar? / Constantino
Las cosas van cambiando.
Se acerca el mes de diciembre. Tengo entendido que en otros países se celebra en nacimiento de un niño. La gran Navidad se acerca, pero en mi país no llega y poco me interesa. En este mes llegan fuertes vientos, lo que trae consigo el festival de cometas. Muchas personas se reunen en el Campo Verde -en este país son muy ingeniosos para poner nombres- y vuelan las cometas. El festival dura dos semanas.
Muchas cometas elevadas por el fuerte viento vuelan en una sola dirección. Todos los padres corren con sus hijos de un lado a otro para hacerlas volar. Cometas de muchos colores, hacen que el cielo se vea por una sola temporada llena de color. Los colores hacen parecer que nuestro mundo es muy alegre, que no cabe una lágrima. Cometas de muchas formas, hacen parecer que existe un mundo diferente, lleno de magia.
Los colores y formas creadas alguna vez me hicieron pensar que algo nuevo ocurriría, pero nada ocurría.
En el colegio estamos en las últimas semanas de clases y eso me aburría. Todos estaban tristes de que ya no nos veríamos. No nos veríamos sólo por unos cuantos meses, después regresaríamos.
En el recreo, como acostumbro, estaba sentada en el comedor pensando. Hasta que llegó Constantino.
- Hola. Mi nombre es Constantino. Lindo paraguas.
- Hola - no me hagas recordar tu nombre, acaso quieres que me ría de ti- el paraguas te agradece.- ¿que estoy hablando?
- Soy nuevo- no me había puesto a pensar cómo es qué se trasladó de colegio cuando el año ya está por terminar- espero no ser molesto, pero es que aún no conozco a casi nadie.
- No es una molestia- No se porqué dije eso.
- He escuchado sobre un festival de cometas, y estaba interesado en ir.
- Ah- acaso querrá que lo acompañe. No entiendo porqué le diría esto a una chica de grado inferior. Será, que me quiere conquistar. No debo seguir pensando, no quiero reventar en carcajadas.
- No sé el motivo pero mi inspiras confianza. ¿Me quieres acompañar al festival?
- Bueno, supongo que no hay problema. Pero fija el día, el festival dura dos semanas. El último día casi ya no va nadie.
- Entonces que sea el último día.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
¿Quieres volar? / Reproche
Reproche
- No, no sabía- creo que se nota el “gran interés” que le doy a mi respuesta. Rosa debe comprender que esos asuntos poco me interesan, ella me conoce.
- Creo que es un poco mayor que nosotras- esta bien lo acepto, no me conoce del todo – y se llama Constantino- cuando acabó de decir el nombre me quedó mirando. Nos mirábamos a los ojos hasta que se nos iba formando una sonrisa, que terminó en una fuerte carcajada.
- Ustedes dos, Rosa y Matilde, ¡salgan del salón!- gritó con una voz ronca la profesora de literatura. Acaso no podría comprender lo gracioso que nos parecía aquel nombre. No es que sea feo, sólo que era un nombre muy poco común, por lo menos yo sólo lo habia escuchado en libros de historia.
- Joel ¿Por qué siempre gritas cuando hablas? Me sobresaltas.
- No quieres ir a jugar.
- ¿Jugar?
- Sí.
- No gracias. Tengo otras cosas que hacer.
- No tienes nada que hacer. Todo el día estás sentada, pensando o leyendo algo y cubriéndote de la luz del sol con un paraguas.
- Pues eso es lo que hago.
- Eres aburrida. Ni siquiera llueve en estas épocas.
- Adiós Joel.
- No crees que eres demasiada extraña. Algunas veces tratas de aparentar demasiado seria y madura, para nosotros.
- ¿No tienes nada qué hacer?- este chico me está alterando. Primero debería ordenar sus ideas para hablar.
- Eres demasiado complicada. Demasiado triste. Deberías tratar de olvidarte de muchas cosas, de las ideas tontas que tienes. Deberías tomarte las cosas de manera más simple. Ya casi no te ríes- seguro no me vio hace algunos momentos.
- Sabes Joel…
- Así no lograrás volar.
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- ¿Estás preparada para volar?
- Volar, claro.
- Volar, cambiar, ya no tendrás que aterrizar, siempre podrás estar por las grandes montañas. No volverás a ver abajo porque sabrás que no hay nada bueno esperándote allí.
- Supongo que nunca lo hubo.
- Volarás lejos.
- Esa idea me encanta-y no volver a aterrizar, para qué querría volver a un lugar aburrido.
- Entonces has vuelto a creer en aquello que olvidaste de niña.
- Sí- como Joel dijo. Ahora puedo volar.
- Entonces, me acompañarás...
sábado, 6 de septiembre de 2008
¿Quieres volar? / Nada nuevo
- Gracias Joel, gracias por cortarme la inspiración. Estaba pensando en que escribir para el trabajo de lengua. No me había dado cuenta que estaba emitiendo sonidos con mis labios.
- Ahh, suelo olvidar que estás loca. Loca como un clavo.
- ¿Como un clavo?- nunca entiendo lo que trata de expresar Joel.
- Como un calvo- sonríe y se retira. No puedo creer que sea tan idiota, sus bromas no tienen gracia ni sentido.
Es la primera parte.
Autor: Diego Ato Cadenas
Tanto el texto como los dibujos.
Quién más puede hacer un cuento tan potro (de potrozo xD). Supongo que no es un cuento del todo original, los diferentes cuentos que he leído deben haber influido a crear una abominación. (según yo critico mis cuentos para que los demás digan, noooooo dieguito si esta bonito el cuento)