miércoles, 21 de abril de 2010

él

Ha tenido un día muy cansado, aunque quizás no haya cumplido debidamente todas sus tareas. Son las 3 de la tarde, y decide descansar. Duerme. 4:45 p.m. se despierta. Duerme. 6:15 p.m. se despierta. Duerme. 8 p.m. abre los ojos, espera dormir más, pero su madre le pregunta si va a seguir durmiendo. No, entonces.

No se siente recuperado. Cree que debe ser partido en todas sus articulaciones para sentir cierto placer, o comer una manzana suave, pero no arenosa. Cree que aquella manzana le bastará para toda la vida. Será muy muy flaco, pero no abúlico.

Todo porque soñó otra vez, y sus ojos le arden. Entonces, escuchar In The Round-easy, de unos cardigans, fue tan placentero.

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