La pared se calienta. Comienzas a sentir un dolor en la cabeza. Tratas de leer, pero las gotas de sudor que caen de tu frente comienzan a desconcentrarte. El dolor de cabeza sigue. No puedes leer. Decides tumbarte a dormir, pero el asqueroso calor no te deja. Entonces te desesperas y piensas que un insulto no te molesta; que perder... te da igual; que no sueles tener desilusiones, pues no tienes muchos sueños; pero que algo tan simple como el calor, te mata.
1 comentario:
Parece la casa de Coraje, el perro cobarde jajaja .... par amayor informacion buscar en googleXD
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